“Es necesario que las mayorías tengan derecho a la esperanza para que, operando el presente, tengan futuro”,
Paulo Freire.
¿QUÉ HACEMOS?
Coordinamos talleres de educación semanales en algunos barrios del MTD de La Plata (Malvinas, Futuro, Puente de Fierro, Altos del Sol, Las Rosas) desde hace 2 años.
En algunos de esos talleres se aprende a leer y a escribir; en otros, en los cuales los compañeros y compañeras ya saben hacerlo, estudiamos otros temas.
En este momento, somos 8 los compañeros y compañeras que estamos en el grupo coordinando talleres a los que asisten entre 6 y 17 cumpas, según el barrio.
¿CÓMO?
En primer lugar, trabajamos con respeto por los saberes y experiencias que cada persona tiene y desde el enfoque de la educación popular aunque muchos/as no tengamos una formación sólida en este campo.
Muchas veces, trabajamos con algunos materiales de discusión del FPDS como la cartilla de mujeres, la de Bolivia, la de análisis sobre el conflicto campo-gobierno y la campaña contra el hambre y la inflación.
En muchas oportunidades, proyectamos películas como disparadores de un tema que nos parece importante y significativo. Hemos trabajado con “Ellos saben dónde está López”, “Democracia a palos”, “Mala junta”, “Diario de motocicleta”. También, con algunas fechas importantes como el 24 de marzo, el 4 de abril, el 26 de junio, el 18 de septiembre, el 11/12 de octubre.
Otros temas que estudiamos en los talleres son: las regiones del país, sus provincias, los países limítrofes; los pueblos originarios que habitaron desde siempre el territorio; la geografía de Bolivia y de América Latina; los motivos por los cuales las personas tienen que dejar su tierra. Leemos cuentos, leyendas, trabalenguas, adivinanzas. También trabajamos con canciones y recetas de comidas típicas. Escribimos cartas. Además, en el Puente de Fierro se está trabajando en una huerta.
A veces, estudiamos temas “escolares” que los compañeros/as necesitan saber para explicar a sus chicos y chicas que van al colegio.
Creemos que es muy importante participar de las asambleas de los barrios y por eso nos acercamos siempre que podemos o tratamos de estar enterados de los temas que se charlan en ellas.
El año pasado participamos del Programa Nacional de Alfabetización de Jóvenes y Adultos. Esto nos permitió, por un lado, tener materiales para trabajar en los talleres (pizarrones, tizas, borradores, lápices, cuadernos, diccionarios, cartillas de lectura y escritura) y, por otro lado, cobrar durante 5 meses $50 por cada alfabetizador. Con ese dinero compramos una mesa con bancos (para Puente de Fierro), una puerta (para Futuro) y proyectamos construir un cuarto para almacenar la mercadería (en Malvinas).
En este sentido, este año logramos recategorizar los planes de (casi) todos los compañeros y compañeras que participan de los talleres.
También planificamos actividades más allá de los propios talleres, por ejemplo, en el barrio Puente de Fierro organizamos una jornada especial para discutir sobre la nueva constitución boliviana que impulsa Evo Morales.
Además, estamos tratando de organizar actividades fuera del barrio. Futuro ya fue al Museo de Ciencias Naturales y planificamos ir al teatro, al zoológico, al cine.
¿POR QUÉ?
- Porque enseñar algo que tuvimos la oportunidad de aprender es un acto de amor.
- Porque queremos construir colectivamente “un mundo donde quepan muchos mundos”.
- Porque nadie debe estar privado de decir su palabra.
- Porque saber decir y contar nos humaniza.
- Porque estudiando se crean lazos de amistad, de compañerismo.
- Porque compartir saberes y miradas sobre el mundo es un acto revolucionario.
¿PARA QUÉ?
Para recuperar la dignidad que nos quitan aquellos que nos “descartan” del sistema y también para fortalecer los vínculos con y en el barrio.
¿CON QUIÉN?
Este punto es el que tenemos que reforzar porque casi todos y todas vamos al barrio en parejas pero no nos damos un tiempo y un espacio para planificar colectivamente los ejes que vamos a trabajar. Tampoco para discutir cómo, desde qué concepción vamos a hacerlo.
Nos cuesta reunirnos periódicamente para saber qué estamos haciendo en los distintos barrios, para socializar la información y los materiales.
Se hace difícil sostener un grupo que garantice a lo largo del tiempo los talleres porque en el camino, muchos compañeros y compañeras han abandonado su compromiso.
¿PARA QUIÉN?
- Para los y las que no pudieron ir a la escuela o tuvieron que abandonarla tempranamente porque este sistema de mierda los obligó a trabajar desde la infancia.
- Para aquellos a los que la escuela -que es pública pero no inclusiva-, expulsó del sistema.
- Para aquellas mujeres (la mayoría) que están esperando la hora del taller porque es el único momento para ellas, para compartir un cuento, un saber, una anécdota. Para las que “la escuelita” es un recreo entre tanto cocinar, lavar y atender a sus compañeros y niños en este sistema patriarcal que pone a las mujeres en el rol de “ser para otros”.
- Para aquellas y aquellos que están ansiosos por ayudar a sus hijos con los deberes de la escuela.
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