Febrero – marzo 2008
Sistematización del primer taller de equipo.
Hacia la construcción de nuestro proyecto pedagógico político
El marco de trabajo del bachillerato es la Educación Popular entendida como alternativa a la educación que sirve a los sectores dominantes. Pensamos que la educación popular nos ofrece posibilidades para construir poder de otra manera. Concebimos el problema educativo como problema político. Ello implica asumir nuestra opción por el cambio social, es decir al cambio profundo en las relaciones sociales.
La educación no puede ser nunca un monólogo. La comunicación en una sola dirección no es comunicación. Desde una perspectiva del diálogo, la educación no puede ser jamás la transferencia de una verdad acabada y dogmática que “baja” desde una posición esclarecida. Educación popular no puede ser “bajar línea”. No podemos negar la voz de los estudiantes como sujetos, y no podemos negar nuestra propia voz como educadores. De hacerlo estaríamos negando lo que somos, nuestra subjetividad. No reproducir el autoritarismo de la educación dominante es un desafío permanente.
Es nuestro objetivo que la educación como proceso colectivo y en construcción permanente pueda brindar conocimientos y experiencias para interpretar la realidad, entender críticamente el mundo y comprender la capacidad que todos poseemos de transformarlo. Así, educar es construir un espacio para el cambio, siendo concientes de la tensión que implica que no siempre las expectativas y matrices de los estudiantes y docentes están vinculadas al cambio. Esto nos lleva a pensar que es fundamental partir del contexto específico, tener muy en cuenta la situación histórico-social de quienes intervienen en el proceso educativo. No hay que perder de vista esto en ningún momento.
Trabajar desde la Educación Popular es tener una profunda consideración hacia quien nos acompaña en el proceso, un respeto por lo que todos y todas hemos vivido, por lo que sabemos, por lo que deseamos y por lo que nos sucede.
Los contenidos educativos deben estar articulados con la realidad de los estudiantes y sus inquietudes. Los docentes necesitamos hacer un esfuerzo conciente y respetuoso para comprender la identidad cultural de los estudiantes. Partir de esa realidad no implica de ningún modo “quedarse” allí. El aprendizaje tiene que proyectarse, ampliar los horizontes sociales y culturales. El aprendizaje es creación, y la creación siempre combina lo conocido con lo desconocido, lo nuevo con lo viejo.
Entendemos el saber como una construcción continua, donde lo pedagógico, lo comunitario y lo político no son esferas escindidas sino aspectos estrechamente relacionados. El Bachillerato debe pensarse y vivirse como proceso, como camino. La ansiedad nos puede llevar a desvirtuar el proyecto. Respetar los tiempos de todos, entender los tiempos sociales e históricos, nos permitirá una construcción más firme y colectiva.
Consideramos que la enseñanza-aprendizaje debe darse en una situación de diálogo, intercambio, horizontalidad y respeto, donde todos los actores participen realmente con sus ideas y compromiso. Para que los estudiantes puedan poner en juego su identidad, es condición necesaria que los docentes pongan en juego la suya. No es posible la voz del otro sin ofrecer la propia voz.
La meta es construir conocimientos que sirvan para la vida, para decidir, elegir y resolver, para transformarnos y transformar. Aprender y enseñar son dos caras de un mismo proceso: el del conocimiento. Aprender no puede ser un acto memorístico. Aprender es comprender, recrear y articular los conocimientos.
La construcción vincular y el trabajo grupal son ejes centrales del Bachillerato. La democratizació n de las relaciones y la construcción de la confianza constituyen objetivos de trabajo.
Para ser coherentes con nuestra opción y plasmarla en la práctica diaria del Bachillerato, es necesario que educandos y educadores asumamos diferentes tipos de responsabilidades; que todos trabajemos en equipo asumiendo roles activos y tomando decisiones.
En este continuo intercambio con los demás se ponen en práctica y se construyen valores que consideramos imprescindibles: la solidaridad, el respeto, la confianza, la responsabilidad, el hacer colectivo.
comparto la mirada que tienen en cuanto a la educacion popular, me gustaria participar de la misma.
ResponderEliminarsoy docente de ciencias naturales como me contacto?
Hola Analia! dejanos una direccion de correo para poder contactarnos: educacion.aule@gmail.com
ResponderEliminarSaludos!
muy buen texto
ResponderEliminarBuenas noches!
ResponderEliminarMe interesaría participar. Soy estudiante del profesorado J.V.G de la carrera de psicología, estoy en tercer año.¿Cómo me contacto?
Saludos!
Hola¡¡ les comento que estoy finalizando mis estudios de, Pedagogo Social con orientación en Derechos Humanos. Si bien, tuvimos prácticas en el proceso de aprendizaje, me gustaría empaparme más las prácticas y continuar con este mundo de aprendizajes. un gusto saludarlos/as.¡¡ Humberto.
ResponderEliminar