Memoria 1º parte: Encuentro Nacional de Educación,

Debate posterior al texto

Sistema educativo nacional, política educativa, papel de los Movimientos Sociales y Bachilleratos Populares


  • Es muy interesante toda la lectura que hacen de la primera ley, o la primera etapa del sistema educativo, bien normativa porque eso es a lo que no queremos volver. Pero la nueva ley es mucho más confusa porque tiene todo este discurso de la libertad, por ahí hasta coincide con algunos aspectos que nosotros promovemos pero desde otro lado. Por eso me parece muy interesante la última pregunta: ¿cómo desandar los caminos de la fragmentación para refundar lo común sobre una dinámica que se oponga a la impuesta por el capital? que no sea esta propuesta del capitalismo pero tampoco volver a la otra, porque justamente este proyecto, este sujeto que nosotros estamos sosteniendo va por otro lado; pero esta nueva ley a veces confunde, desde las palabras; por ejemplo, nosotros no estamos a favor del individualismo pero también entendemos que tiene que haber libertades.
  • Para no caer sólo en la discusión de si es individuo o sujeto, lo que se percibe en el proceso de mercantilización de la educación pública en este último tramo es todo esto de la cuestión de consenso que aporta el mercado más allá de los individuos consumidores, canalizar gran parte de sus garantías en el consumo y no en otra cosa. Toda esa famosa idea del bien común y de la igualdad de oportunidades (más allá de que ahora esté más centrada en los individuos) es un discurso que sostiene toda una disciplina social, eso está en el imaginario social y por más que la ley necesite amoldarse a los cambios del mercado, y que el estado le quiera “correr el cuerpo” a la educación pública, hay ideas que no puede dejar de “sostener” (o promesas), porque ya forman parte del imaginario social, hay todo un consenso que hay que sostener porque si no, se cae todo.
  • Es interesante pensar que justamente todas las críticas que antes le hacía la izquierda a la escuela pública ahora se las hace el capital, hasta en el mismo lenguaje. Que tiene que ser más flexible, menos disciplinadora, entonces ahora pasa que la izquierda a veces se encuentra defendiendo una escuela que antes criticaba también, entonces la pregunta es qué es defender la escuela pública hoy. A veces uno termina defendiendo cualquier cosa. Pero es tan fuerte el embate que a veces… Ni siquiera sé si forma individuos, entonces hay un gran desafío ahí de cómo defender y a la vez crear. Tratando de no hacerle el juego con cosas que a veces terminan jugándonos en contra. ¿Qué es defender la escuela hoy?
  • También se podría agregar que la reforma se “comió” a todos los intelectuales de izquierda o de seudo izquierda. Entonces, nos quedamos medio desarmados en algún sentido para responder a esa pregunta tan interesante -¿Cómo defender y a la vez crear? Nosotros también hemos estado pensando mucho en esa cuestión, no queremos la 1420.
  • ¿Cuál es la utilidad de la educación no formal, cuál es la relación entre esto y la escuela? Escuchando esto de la apertura, esto de que la educación ya no es sólo un asunto del estado sino que es también de las organizaciones sociales o que el sector privado también puede tomar la iniciativa, da la sensación de que es de vuelta liberar la educación al mercado y es competir nosotros contra ellos, sabiendo que somos insignificantes contra el mercado, hoy en día competir por la educación En ese sentido con el tema de los bachilleratos populares también está la posibilidad de que te oficialicen un bachillerato pero es competir contra…
  • Los bachilleratos populares no compiten en el mercado educativo, porque tienen públicos diferentes, es gente expulsada del sistema. Son intereses diferentes por parte de quienes van a hacerlo y de quienes lo hacen.
  • Desde el sector territorial creemos que hay que pensar los bachilleratos como el tema de los planes (por supuesto que no es totalmente equiparable), que es necesaria una resignificación, creemos que los bachilleratos, así como nosotr@s los pensamos, generan organización y lucha en las calles, que se relaciona con cómo resignificás lo que venís generando, qué proyección de organización le das, y cómo. Esto tiene que estar siempre presente: la lucha y la organización, que no alcanza con el taller por el taller mismo. Sino eso hasta dónde se proyecta en una nueva organización, en una nueva lucha, en una nueva instancia. Esto a veces es contradictorio, a l@s trabajador@s de la educación probablemente los atraviese esa contradicción: trabajar para la burocracia del estado pero al mismo tiempo tener un proyecto transformador. A mí me parece que en las experiencias que están vinculadas con el Estado como son los bachilleratos por ejemplo, que queremos que los compañeros y compañeras tengan un título porque es necesario y les sirve para trabajar, o porque por ahí pueden ganar un poco más, porque es interesante pero al mismo tiempo generan una instancia de organización, de apertura, de producción de conocimientos, de lucha diferente. Ya ha sucedido, en menos de un año que tenemos funcionando los bachilleratos ya hemos participado en instancias de lucha con los estudiantes en la calle. Eso me parece que también es interesante para poner en juego, no solamente el aula, la lucha desde las aulas sino también cómo se proyecta eso.
  • Me preguntaba si las distintas ordenanzas, reglamentaciones, si seguir la ley federal, la ley última da cuenta de lo que es la escuela. En un punto hay claros objetivos ahí, pero me parece que en el mismo proceso hay que situar que la escuela es mucho más que eso. De hecho es uno de los pocos espacios públicos que logró resistir la avanzada destructora. Y lo hizo por la lucha de l@s trabajador@s de la educación pero también de la comunidad que deposita ahí un valor muy fuerte en relación a que es un espacio público que hay que defender y que habilita algunas de estas prácticas que se permiten. Digo también para no caer en una lectura de blancos y negros. Yo me imagino que todos los docentes que están hoy acá intentan producir sujetos en sus clases y así también muchos otros que seguramente los vamos a encontrar en diversas instituciones intentos de prácticas educativas transformadoras al interior mismo de este sistema que intentan complementarse con determinada legalidad. Se entiende que la escuela pública tiene un montón de potencialidades pero sólo tiene sentido defenderla para transformarla. ¿Cómo compatibilizar estos procesos transformadores que se dan al interior del sistema formal (por llamarlo de alguna forma) con estos otros proyectos que se empiezan a ver y que me parece que sería un error pensarlos dicotómicamente o antagónicamente? Me parece que hay que poder trabajar con esta diversidad y pensar en un proyecto educativo que contemple estas diversidades.
  • A mí me parece muy interesante esta idea de que la norma no baja linealmente, las escuelas son un caos, la ley del estado recoge parte de la realidad, intenta regularla en lo que puede… después le sale lo que le sale, no exactamente lo que quiere. Si entendemos las escuelas, como entendemos el estado, es una tensión de multiplicidades enorme, es difícil conceptualizarla. Hoy la preocupación del docente es que ya no puede trabajar como antes, cambiás o cambiás. Por eso te dan bola ahora cuando proponés cosas participativas, por más combativas que sean. No hay problemas ideológicos hoy. La misma directora que antes te decía que no, ahora lo recibe de brazos abiertos. A mí me parece que es cierto ver a la dinámica escolar separada en parte de la supuesta imposición estatal, es cierto, hay que verla. Es nuestro eje de intervención política en el sindicato. Nosotros queremos una escuela pública no estatal. Independiente del estado. Tenemos el horizonte de la universidad autónoma, tenemos la referencia de otros países, como Bolivia, donde son públicas, organizadas en parte o sólo financiadas por el estado. Nosotros siempre intentamos que la escuela se vincule con la sociedad, no en un horizonte estatal. Las normas que se están imponiendo desde lo estatal son, en vez de normas, reglas de juego. No te quedás afuera del gran juego social, sólo fuera de este juego.
  • Volviendo al tema de que no es dicotómica la lucha por la educación pública y las experiencias de los bachilleratos populares, nosotros hemos leído, estudiado, discutido los textos, por ejemplo, que nos proponían l@s compañer@s de oeste y en este sentido lo que pensamos es no bajar nunca la bandera por la educación pública de calidad ni la lucha por financiamiento (no desconocemos que hoy por hoy le estamos regalando trabajo al estado), sin embargo, lo que creemos es que se puede ir construyendo en estos espacios algo diferente y no lo pensamos por separado además porque muchos laburamos también en el ámbito público (no somos personas diferentes, no estamos disociados, somos los mismos trabajadores de la educación). Y por otro lado, también lo que estuvimos discutiendo es que el espacio del bachillerato puede ser, y sería una posibilidad interesante, un espacio de formación docente, como trabajador@s de la educación, para que la lucha dentro del sistema educativo formal no sea tan solitaria, para que podamos ir creando ahí dentro también otra educación.
  • Sería interesante también no perder de vista cómo perciben los estudiantes esto de los bachilleratos. Cómo se apropian de los espacios y contenidos. Es importante tomarlo para analizarlo.
  • Por otro lado, el reclamo de que paguen a los docentes del bachi y nos den becas, ¿cómo se articula con los sindicatos sobre todo teniendo en cuenta que muchos de los que participamos no tenemos experiencia gremial? Existe una situación de ambigüedad, son 30 bachilleratos que dependen de distintas secciones estatales.
  • En cuanto a la estructura de los equipos pedagógicos, los bachis no funcionan todos de la misma forma. Algunos debates son, por ejemplo, sobre la evaluación; los bachis como espacio de militancia del proyecto político; el cuidado del aula entre tod@s; la construcción colectiva de la currícula, de un mismo proyecto.
  • Me parece que la diferencia con el sistema educativo formal se va a hacer en la práctica, en la forma en que organicen los tiempos y los espacios, en la práctica concreta. Para construir una práctica docente de enseñanza y aprendizaje distinta.
  • Hay un desarmado de hace 5 años de la educación de adultos, y una avanzada en este tipo de proyectos de bachilleratos populares.

La educación no formal, trabajos territoriales y escuela pública

  • Pensar el tema de la educación no formal (la mayoría de l@s que estamos acá hacemos ese tipo de trabajos), ver en la educación no formal cuáles son los recorridos y pensarlos a la luz de esta construcción que tenemos, ¿cómo se relacionan estos trabajos con la educación pública? Generalmente nos pasa que la mayor parte de los trabajos que tenemos en educación son no formales y con muy poca vinculación con la educación formal/estatal/pública. En algunas regionales se ha pensado como desafío y aún no lo hemos alcanzado. Porque también te lleva a plantearte que se están haciendo muchos esfuerzos, de compañeros y compañeras dedicad@s a esa tarea, que están muy buenas esas experiencias pero hay que intentar no encapsularse hacia adentro de los barrios. ¿Cómo hacer para crear poder popular en relación a las instituciones barriales? Pensarlo como desafío, y al mismo tiempo no olvidar el tema del financiamiento de estas experiencias, como algo que puede generar saltos cualitativos importantes.
  • L@s docentes de La Fragua también hemos discutido estas cosas, cómo hacer para abrir la escuela, cómo hacer para conectarse con los trabajos que se están haciendo “afuera”. Pero es algo muy difícil de hacer, por ahí hay algunas experiencias aisladas (como la de la asamblea de Puente de Fierro), pero la escuela generalmente se cierra también, no abre sus puertas.
  • Hay una experiencia en Berisso, en el barrio Nueva York, de vincular a la asamblea del barrio con la escuela a la que van casi tod@s l@s chic@s que participan de los talleres que organizamos. Se le presentó una propuesta de taller para trabajar sobre los alimentos en el marco de la campaña contra el hambre y la inflación y de un mercado popular que se iba a realizar en el barrio. La propuesta tuvo aceptación en la escuela, el desafío es cómo seguir pensándolo más de conjunto (entre la escuela y nosotr@s).
  • También hay una experiencia en Tandil de estudiantes universitarios, presentaron un proyecto para hacer talleres en las escuelas secundarias sobre los 2 años de la desaparición de López. Fue aprobado por la dirección de escuelas y tuvieron buena aceptación en las instituciones. El desafío es pensar cómo trabajar otras temáticas y lograr que tengan esta misma recepción y también cómo “acumular” en este tipo de experiencias.
  • En Baigorria, Rosario (50.000 habitantes aproximadamente), se conformó una comisión por los derechos humanos para que se recuperara el centro de detención “La Calamita” como museo porque se estaba por demoler. El lugar para llevar el debate a la comunidad fue las escuelas. Creo que se rescató la potencialidad del sistema educativo por la llegada a diversos y amplios sectores de la población y me pregunto de qué manera nosotr@s podemos pensar planteos políticos que tengan que ver con esto.
  • Quisiera decir algo relacionado con lo que planteaban l@s compañer@s sobre la expansión de la escuela pública, realmente si hay algo que podemos encontrar en cualquier lado, en cualquier pueblito es una escuela pública. Tiene una extensión enorme, algo así como 800.000 docentes en todo el país y no se qué cantidad de millones de alumnos. Se tiraron ya algunas ideas sobre qué pasa con la escuela y la comunidad, comentaron algunas experiencias barriales intentando relacionarse con la escuela y también trabajos que desde la escuela intentaban relacionarse con la comunidad, con las organizaciones barriales. Creo que ahí hay un desafío y una posibilidad grande. Creo que ahí hay espacio por recorrer enfrentando dificultades, prejuicios de distintos lados. En Rosario lo valoramos como una dificultad gremial si se quiere. Hay muchas dificultades de los mismos docentes para relacionarse en los barrios, hay vínculos que se han perdido, en general por miedo (eso que pasaba antes, que el docente llegaba al barrio y no había ningún problema, nunca le pasaba nada, no se lo robaba, bueno eso ya no pasa más). Y esto genera una tensión y genera la necesidad de un debate sobre cómo hacer para encontrarle otra respuesta, a las peores respuestas que genera rápidamente el tema de la inseguridad. Creo que eso es un debate que tenemos que dar entre l@s docentes y donde hace falta frente a esas dificultades no poner un muro entre la escuela y el barrio sino todo lo contrario. Me parece que hay una tarea política de primer orden. Esa comunidad que se reúne todos los días para ir a la escuela y sus docentes van construyendo lazos pero están frente a un sistema que intenta romperlos constantemente.
  • En Mendoza, hay una escuela de doble escolaridad que incluyó en el turno tarde a educadores populares de la zona. A pesar de que la educación popular entró de alguna forma en lo institucional, no se integran, hay dos escuelas: la de la mañana y la de la tarde. La pregunta es: ¿qué sujeto queremos formar? ¿Qué tipo de educación y para qué?
  • Quiero comentar una realidad que se da por lo menos en Mendoza pero sospecho que pasa en toda la Argentina, que es que la mayoría de la sociedad de alguna manera se enfrenta a los docentes cuando hacen paro reclamando por el salario porque supuestamente “perjudican a sus hijos”. Está muy fuerte eso. Ahí creo que hay varios ámbitos de intervención posible. Por un lado, las conducciones sindicales van solamente por lo salarial, y aunque vayan también por otras cosas, los medios sólo transmiten que lo único que les importa es el salario; por otra parte, desde el sindicato o desde la lucha sindical no vas a transformar todo lo otro que necesitás transformar pero al mismo tiempo el sindicato no abre las puertas para generar todas esas transformaciones. Entonces, dentro de lo sindical hay todo un desafío y un laburo a hacer de cómo ir incorporando todas estas cuestiones (que yo creo que no son dicotómicas) pero que a veces parecen dicotómicas porque terminan siendo experiencias muy aisladas, muy voluntarias, a veces con algún financiamiento pero...en el ámbito de la educación formal, en la sala de profesores sos un marciano- Por otro lado, esto de que la mayoría de los padres, la comunidad en general, con esta postura de enojo con los docentes que reclaman también defienden a esa escuela del siglo XIX. No hay una discusión de para qué la escuela: la escuela está para eso, para las normas, la disciplina, y no ha habido una relectura (a pesar de que los hechos nos desbordan todos los días) de que la escuela tiene otra función, funciona de otra manera, la escuela que defienden ya no existe. Creo que también hay que plantearse cómo damos esa discusión, qué rol está cumpliendo la escuela y a qué escuela queremos defender.
  • ¿Qué le pasa al docente? Muchos desearían una escuela disciplinar. Para empezar a reconocer, ahí hay una crisis de la subjetividad del docente, qué significa ser docente hoy. No tiene que ser dicotómico, ese es el gran desafío. Si en algún momento pensamos al bachi en contra de la escuela estamos errados, así como también si nos cerramos a la posibilidad de los bachilleratos populares.
  • Habría que pensar en una dinámica escolar más ligada a una coyuntura social política que a una imposición estatal. Nuestra exposición era más sobre la relación del estado con las políticas educativas, las escuelas tienen más rasgos de la comunidad que del Estado.
  • Los sindicatos docentes, si hacemos lo que reclaman los docentes, la base es únicamente la lucha salarial. Plantear otras discusiones… la mayoría de las corrientes sindicales de izquierda plantean esto, pero reflejan lo más generalizado. El espacio del sindicato te da la posibilidad de pensar estas cosas. Nosotr@s algunas cosas hacemos en este sentido, por ejemplo, materiales para el aula. También generamos otros espacios para la reflexión y formación, por ejemplo, en educación popular, y tiene una repercusión pequeña. Pero igual apostamos a esto, aunque no es lo que pide la base.
  • Lo que se ve es que hay muchas experiencias, mucha diversidad, algunas se cruzan pero en general estamos bastante fragmentados en cuanto a los trabajos en educación en el FPDS. La pregunta sería ¿cómo articular y potenciar las experiencias que existen?

Encuentro Nacional de Educación, 30 de Noviembre de 2008.

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